El
desempleo es el paro forzoso o la situación en que un trabajador no tiene
ninguna ocupación laboral, es decir, es la situación forzosa de falta o pérdida
de empleo, o la carencia de trabajo entre aquellas personas que desean tenerlo
para acceder a unas cuotas aceptables de bienestar.
Ocupa
el primer ligar en la lista de las preocupaciones de los españoles que
mensualmente elabora el CIS (Centro de investigaciones sociológicas).
Existen
numerosas consecuencias que acarrean estas situaciones de desempleo, destaremos
diez:
·
La
disminución de los ingresos de las familias afectadas.
·
Desmotivación
en la educación.
·
Retardo
en la edad de emancipación juvenil.
·
Paternidad
atrasada y baja natalidad.
·
Puede
crecer la tensión entre empleados y las situaciones laborales encubiertas.
·
Reducción
de la demanda por la pérdida del poder adquisitivo entre los parados.
·
La
criminalidad.
·
La
escasez laboral actúa de refuerzo para la expansión de la economía sumergida,
cuyos índices son mayores en nuestro país y cuyas consecuencias son bien
conocidas: trabajadores desprotegidos, fraude fiscal, competencia desleal…
·
Despilfarro
de recursos.
Podemos
encontrar noticias tan alentadoras
como estas:
“El
primer trimestre de 2012 se llega al máximo histórico de desempleo en números
absolutos según la Encuesta de Población Activa, con 5.639.500 personas sin
trabajo que representan una tasa de desempleo del 24,44%”
“Los
jóvenes saldrán a la calle porque no tienen nada que ofrecerles”
“Los
estudiantes calientan motores para la huelga estatal de educación”
“Cinco
alumnos más en clase, 2.600 docentes menos”
“La
Comunidad de Madrid ha perpetrado unos recortes en educación que afectan
drásticamente la calidad de la enseñanza. Estos recortes suponen el despido de
2.500-3.000 profesores, pese al creciente número de alumnos, La falta de
personal necesario se va a traducir en un aumento del paro y el empobrecimiento
de la atención que recibirán los alumnos:
·
Pérdida
de apoyos y refuerzos.
·
Pérdida
de desdobles para laboratorio, conversación en inglés.
·
Aumento
de alumnos por aula (de 25 a 30)
·
Disminución
de las optativas.
·
Disminución
de actividades extraescolares.
·
Disminución
de horas de biblioteca.
·
Pérdida
de la posibilidad de ir al aula de informática.
·
Menos
profesores de guardia.”
Pero
no sólo sufre las consecuencias del paro los mayores, ni los jóvenes, sino también los niños.
A
pesar de que podamos pensar que los niños no entienden la nueva situación y que
les está afectando, que uno de sus padres se encuentre sin empleo puede generar
problemas emocionales y de conducta en los menores.
Muchos de estos niños sienten
inseguridad, miedo por lo que sucederá en el futuro, preocupación por el mal
clima familiar… Si el desempleo provoca dificultades económicas serias que
hagan que tenga que cambiarse de escuela o que la familia tenga que mudarse en
busca de un nuevo trabajo, el niño estará aún más afectado. Si, además,
presencia discusiones entre los padres por cuestiones económicas, el niño puede
angustiarse por el temor a una posible separación de sus progenitores.
Cuanto mayor es el niño, más problemas
puede sufrir, ya que es más consciente de la situación familiar. Algunos de los
síntomas más claros que puede sufrir el niño son los siguientes:
·
Ansiedad
y estallidos de rabia sin explicación.
·
Disminución
del rendimiento escolar.
·
Peleas
y comportamiento agresivo.
·
Alteraciones
del sueño (insomnio, pesadillas, terrores nocturnos…)
Ante estas conductas hay que tomar medidas. Ignorarlas pensando que ya se
le pasará o que tenemos problemas más graves que atender, podría empeorar estos
problemas. Estos son algunos de los consejos que pueden ponerse en práctica
para ayudar al niño a sobrellevar la situación:
·
Escucha
al pequeño y comunícate con él. Intenta explicarle la situación con calma y
tranquilizarle respecto al futuro.
·
Intenta
solucionar los problemas de pareja y no tener discusiones delante del niño.
·
Mantente
atento a las señales de tristeza, agresividad o ansiedad para ayudarle lo antes
posible.
·
Habla
con su profesor sobre el problema. Si los síntomas interfieren gravemente en su
rendimiento escolar y sus relaciones con los otros niños, busca ayuda psicológica.
En nuestra labor educativa como docentes también es necesario tener en cuenta
ciertos factores, ya que la situación actual de desempleo e incluso desalojo de
los hogares, hace que algunos niños vivan en situaciones precarias y la familia
no cumpla o no pueda cumplir con sus obligaciones necesarias para el buen
desarrollo tanto emocional como afectivo o físico del menor.
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